Aplicaciones
Los procesos de adsorción son ampliamente usados en
muchas aplicaciones industriales y en la purificación de agua potable o
tratamiento de agua residual. Un adsorbente deberá tener una gran capacidad de
adsorción y rápida velocidad de adsorción. Algunos adsorbentes utilizados
frecuentemente en el tratamiento de aguas son: Carbón Activado, Zeolitas
Tamices Moleculares, Gel de Sílice y Alúmina Activada.
Los
procesos de adsorción en fase líquida se aplican a:
Tratamiento de agua potable y residual
Alimentos y bebidas carbonatadas
Hidrometalurgia
Productos químicos y farmacéuticos
En fase Gaseosa:
Purificación de gases
Purificación de aire
Recuperación de solventes
Catalizadores
Producción de gases
Tratamiento de gases de Combustión
Celdas combustibles
Los sistemas de adsorción tratan el agua mediante la adición
de una sustancia, como carbón activado o alúmina (óxido de aluminio), a la
fuente de suministro de agua. Los adsorbentes atraen a los contaminantes mediante procesos químicos y físicos que causan
que éstos se
‘adhieran’ a sus superficies para su eliminación
posterior.
Por un gran margen, el adsorbente de
uso más frecuente es el carbón activado
Una sustancia similar al carbón común
pero sumamente porosa. El carbón activado en polvo a menudo se usa cuando surgen problemas
temporales de calidad; éste se puede agregar sencillamente al agua y desecharlo
con los fangos de desecho. El carbón granular activado a menudo se distribuye en una bandeja
a través de la cual se hace pasar o percolar lentamente el agua.
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